Un cierre lleno de emociones




¿Cómo adoptar nuevas herramientas para afrontar escenarios de violencia económica a través del emprendimiento? ¿Qué hacer cuando escasean los recursos para afrontar nuevos caminos? Bajo el título “Herramientas para Emprender”, desde hace tiempo se lleva adelante en la Facultad de Ingeniería un taller que busca el fortalecimiento socio-económico de mujeres que atraviesan situaciones de vulnerabilidad.

Días atrás, cerró una nueva edición, la cuarta en la ciudad de Olavarría (también se ha realizado este mismo taller en las ciudades de Azul y Bolívar). Y, como en ocasiones anteriores, no fue un cierre más. La posibilidad de proyectarse a futuro, posicionándose de otra manera ante situaciones complejas, mueve a la emoción.

Podrá hablarse de las palabras vertidas por los funcionarios: el decano de la FIO Marcelo Spina, el Secretario de Desarrollo Económico Julio Valetutto o el Director del CDEI Marcos Lavandera. Pero la riqueza de esa jornada pasó por otro lado. Por el agradecimiento de las mujeres que asistieron al taller, por las experiencias compartidas, por las lágrimas. Y también por las palabras, en este caso de las mujeres que valoraron la calidad de los expositores, la buena onda, la inclusión, las herramientas adquiridas.

El taller fue organizado por el Proyecto de Extensión Para Emprendedores de la Facultad de Ingeniería y la Defensoría Pública, contando con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Olavarría.

El objetivo apunta a dotar de herramientas emprendedoras y de puesta en valor, a víctimas de violencia familiar y de género. Se trabaja en un espacio inclusivo, participativo, de contención y aprendizaje colaborativo. Al fin, y los dichos de las protagonistas así lo certifican, se estimulan las capacidades emprendedoras.

Con esta edición, ya suman 180 mujeres participantes, y se han generado más de 40 proyectos emprendedores.

Esta experiencia, que acerca a estos sectores, generalmente postergados, el acceso a la universidad pública, habla de la convicción y decisión política de la Facultad de Ingeniería de Olavarría de involucrarse directamente con el territorio donde está inserta, acercándose a la comunidad y atendiendo las demandas que la sociedad actual reclama, buscando que los alumnos de la facultad también se involucren en estas temáticas y se formen como futuros profesionales con sensibilidad social y humanística.

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